En el verano, a consecuencia de las condiciones meteorológicas propias (altas temperaturas, mayor intensidad de las radiaciones solares, etc.) se pueden producir diversos tipos de problemas con los animales de compañía.
Es importante tener en cuenta que todos estos problemas pueden llegar a ser graves en animales que padecen cualquier tipo de enfermedad crónica, como alteraciones renales, cardíacas, endocrinas, gastrointestinales, etc.
Golpe de calor
El golpe de calor o hipertermia es el aumento de la temperatura corporal producida por la exposición a altas temperaturas ambientales.
En general se debe a una prolongada exposición al sol, a la reclusión en pequeños espacios expuestos al sol y sin la suficiente ventilación, como por ejemplo vehículos, jaulas de transporte, pequeñas habitaciones en alguna terraza, a largos paseos o actividad física en las horas centrales del día.
Los signos clínicos son característicos: hay jadeo intenso, taquicardia, la temperatura corporal suele exceder los 40ºC, se va alterando la conciencia, pudiendo llegar al coma y la muerte por paro cardio-respiratorio.
El método más rápido, sencillo y seguro para bajar la temperatura es realizar un baño de inmersión con agua a temperatura ambiente (no superior a 25ºC).
Otras posibilidades son envolverlo con una toalla empapada en agua fría. Paralelamente si el perro está consiente, hay que tratar de darle agua fría con una jeringa o cubitos de hielo.
Siempre es aconsejable consultar inmediatamente al Veterinario.
Dermatitis solar y Carcinoma de células escamosas
Los perros con zonas de piel no pigmentadas, o los que han sido recién pelados, están predispuestos a lesiones por la radiación solar. En los perros estas lesiones pueden aparecer en la nariz y en otras zonas del cuerpo como los flancos y el abdomen, donde el pelo es menos denso.
En estos animales predispuestos es imprescindible evitar el contacto con el sol en
el horario de 10 a 17 h.
Infecciones parasitarias intestinales
Algunos parásitos intestinales aumentan su presencia durante las estaciones cálidas. Por ejemplo algunos parásitos tipo gusanos acortan su ciclo de evolución ambiental (de huevo a larva infectante) en condiciones ambientales favorables.
En estos casos es aconsejable hacer una desparasitación preventiva y
regular.
Alteraciones por parásitos de la piel
En verano aumenta la incidencia de las parásitos externos como garrapatas, pulgas, mosquitos y moscas.
Estos parásitos producen diversos tipos de lesiones en la piel y la molestia de sus picaduras.
Algunos pueden producir anemias importantes, otros como los mosquitos y las pulgas pueden producir dermatitis alérgicas en pacientes sensibles. Por último, muchos de estos parásitos e insectos pueden transmitir enfermedades infecciosas o parasitarias. Con una buena acc
El uso de collares antiparasitarios o pipetas permiten evitar muchos de estos problemas: es muy importante consultar al veterinario para informarse sobre estas acciones preventivas.