Ejercicio 1
Empieza por pasear a tu perro con la correa. Cuando el perro va un poco por delante de ti llamalo con voz alegre y juguetona “Fufy ven aquì” mientras que te mueves hacia atrás lejos de el.
Cuando el perro se da la vuelta y acude hacia ti premialo con comida, caricias y halagos.
Repite muchas veces durante cada paseo.
Después de que tu perro está haciendo esto de forma fiable con una correa de 1,5-2 metros, cambia a una correa mas larga de 5 metros (una cuerda larga vale igual).
A medida que la llamada se convierte fiable a esta distancia puedes progresar a una correa de 10 metros y añadir distracciones como rebotar una pelota o tener a otro perro con la correa cerca.
También puedes ir a un área abierta o a un parque y dejar que tu perro juegue a su aire dejando que arrastre la correa larga como si estuviera sin correa. A continuación lo llamas: si acude a la llamada, muy bien!! El perro está entendiendo que al acudir al dueño siempre va a pasar algo bueno; si no viene, coge la correa, vuelve a repetir “Fufy ven aquí” y empieza a correr hacia atrás animando al perro desde lejos con voz alegre para llamarle la atención.
Incorpora como recompensa lo que mas le gusta a tu perro, pelota, juguete, frisbee, etc. en lugar de depender sólo de la comida y / o de los elogios.
Ejercicio 2
Otro ejercicio muy fácil para reforzar la llamada es lo de motivar al perro mientra otra persona lo sujeta de la correa. Luego el dueño se aleja del perro unos cuantos metros (10 mts por ejemplo) y llama al perro “Fufy ven aquí”. La otra persona sigue sujetando el perro de la correa mientras este intenta ir corriendo hacia su dueño y lo suelta pocos segundos después cuando el perro està suficientemente motivado.
Ejercicio 3
El juego del escondite es también muy divertido y se puede practicar en casa o fuera.
Te esconde en una habitación o parte de la casa fuera de la vista del perro y lo llamas, premiando cuando acude.
La repetición es la clave
Sin duda la cosa mas importante es crear un vinculo fuerte con el perro para que este acude siempre al dueño con alegría y ganas (leer los consejos de la primera parte del articulo).
Como en todos los ejercicios de educación, la repetición es la clave para obtener los resultados.
Practicar regularmente la llamada y recompensar positivamente al perro tiene que transformarse en un habito para el perro y para el dueño. La constancia es fundamental: cuesta un poco de trabajo y de paciencia construir una llamada fiable pero vale bien la pena.
Mira también el video El juego de la llamada