Los dueños de perros a menudo se preocupan acerca de la eliminación de la unidad de reproducción de su perro y de su potencial para aparearse.
Sin embargo, la reproducción no debe tomarse a la ligera ya que hay bastantes perros abandonados así que la castración es indispensable para la prevención de camadas no deseadas.
Por esto muchas asociaciones de defensa de los animales y refugios caninos adoptan la política de la castración y de la esterilización.
Otro aspecto importante sobre el apareamiento es que no se debe permitir en la esperanza de que el perro se alivie de sus frustraciones.
Si el perro monta a una hembra esto no cura sus problemas de comportamiento (sobre todo la agresividad), al revés, los potencia. Una vez que el perro ha probado a aparearse, una vez que “ha mordido la manzana”, su machismo aumenta y con el aumentan las conductas problemáticas.
Por otro lado si decidimos no castrar al perro y no dejar que monte a hembras, el macho puede llevar una vida frustrada ya que seguiría oliendo las hembras en celo. Sin duda es mejor salvarlo de esa agonía.
Después de todo, si nunca ha leído Playdog, no sabe lo que se pierde!